29 abril 2013

Hola soy Vincent Finch y vosotros no


        
      
        Joder os había escrito un texto de bienvenida muy tierno, muy Disney, muy JPelirrojo. Una entrada de blog muy chula. Reconozco que incluso la había leído en alto varias veces, y sonaba de puta madre. Como si la hubiese hecho Obama, pero algo mejor. 
  Pero mi ordenador me ha preguntado si quería instalar la nueva versión de Flash Player. Así, de repente. Le he dado a que sí y el muy imbécil se ha tomado la libertad de reiniciarse solo. Exacto: todo lo que había escrito se ha ido a la mierda. Cojonudo ¿Para qué está entonces el guardado automático, verdad? (en los 90 esa pregunta daría para empezar un monólogo sobre cotidianeidades incómodas… en pleno 2013 con la mierda del post-humor no da ni para paja. Curioso ¿eh? Da igual).
  En fin, los chicos de Gahor están haciendo un reality-documental sobre mi vida, y parece ser que la cosa está a punto de ver la luz. ALELUYA. Todavía no he visto el montaje final, pero me espero mucho plano de persecución, muchos plotpoints, mucha explosión de After Effects… ¿Qué coño estoy diciendo? Evidentemente no.
  Los tíos llegan a mi casa a las 9 de la mañana y graban mi día a día, hasta la noche. Un puto Gran Hermano. Una tía me hace preguntas, otros dos graban, y un tercero con maletín me hace firmar papeles y contratos para que luego no pueda denunciarlos. Creo que han hablado hasta con mi exnovia. Vaya perras.
  Ah bueno, está todo aquí: www.vincentfinch.com Echarle un ojo.
  Saldrá mucho famoseo, eso sí. Por cierto, los chicos de pospro me han dicho que Cañita es el único que no sale en los banners de la web porque no han encontrado ni una puta foto suya en Google que no salga pixelada jajaja (no, NO OS RÍAIS, es bastante viejo y ahora mismo podría estar muerto). 
Pero en serio, poner Cañita Brava en Google y darle a 'Imágenes grandes'. No hay ni una puta foto decente. Venga va, probar.

  Pero a lo que iba, quiero que este blog sea vuestro escondrijo, vuestro pequeño minutito al día de francachela*. Como esas viejas que veo en el metro, saboreando el caramelito de Respiral que han robado en la consulta de algún dentista como si fuese el último de su vida ¿sabéis no? Pobres. Las veo encogidas, recreándose con desesperación en la pequeña chuchería, tratando de enterrar por un momento el amargo recuerdo de sus últimos análisis de colesterol y concentrándose en el reconfortante sabor a menta. Patéticas momias. Comprimiendo con fruición los labios acartonados, emitiendo ruidos dignos del programa de edición de sonido de La Cosa, y mirando avergonzadas al resto del vagón, como si alguien pretendiese arrastrarlas a la hoguera por ese placer culpable. Como si a alguien en el mundo le importase. JA! Miserables. No saben que ese dulce, ese mini deleite transitorio, será probablemente su último aleteo. Un último paseo por el parque antes del estertor final. Un pequeño aliento de vida antes de ser condecoradas con algún rollo jodido en la médula, con un ataquito al corazón, o con un mal traspiés en las escaleras de Méndez Álvaro. No sé exactamente qué, pero algo será ¿Y luego qué? La nada en absoluto. El vacío. El final.

  Caramelos ¿vaya mierda de recompensa diaria, no? Jaja. Putas viejas. El caso es que quiero que este blog sea vuestro Werther's Original. Vuestro llegar a casa y estirar las piernas. Vuestra paja de buenas noches. No sé si pillais el rollo. Imagino que sí. Me da un poco igual.
  Tampoco os penséis que voy a actualizar cada día. Ni cada semana. Al menos no de momento. Luego, cuando se estrene esta basura, ya supongo que sí. Sí, entonces seguro que sí. Pero de momento, un poquito de porfavor (joder ¿os acordáis de cuando se decía eso en 2003? Recuerdo que había hasta politonos con la voz de Fernando Tejero. Coño, "politono"… UAU. Puta Edad Media ¿eh?).
  Pero bueno, sea como sea, me alegro de que nos vayamos conociendo. Lo importante es que esto se está cociendo. Y ya le queda poco. 

*No tengo ni idea de lo que significa. Probablemente ni exista. Comprobad eso y lo de Cañita anda.

  P.D.: Mientras escribo esto están puestos los 40. Suena algo parecido al ruido que escucho cuando cago. Le pregunto al camarero del Starbucks y me dice que es Tiziano Ferro "Dios, es como un Eddie Vedder mongólico" le digo. El muy capullo ni me contesta. No sé muy bien por qué os estoy contando esto. Supongo que por eso de la identificación con el lector y todo eso ¿no? No sé. Joder dejadme en paz. 

7 comentarios:

  1. Bueno no. Buenísimo. Lo vas a petar cosa mala.

    ResponderEliminar
  2. A este tio lo vi un día por Madrid... en el sunflowers o alguna whiskeria de esas en las que hay espectáculo de varietés... es un impresentable...

    ResponderEliminar
  3. Muy disney, muy JPelirrojo, me has conquistado con ese puñal <3

    ResponderEliminar